Ahora!

...Llegué a la "Meta" de mis posibilidades. Conseguí el quinientos por cien . Ahora me toca descubrirme, creer y ser .(José Manuel M.Garrido *//Richard Stovinky ©**//)
*jmmg// ©

martes, 8 de mayo de 2012

MANIAS DE PEQUEÑOS




***MANÍAS DE PEQUEÑOS***                                                          

En los adoquines de la calle, la "niña alegre" saltaba juguetona con su carita ensoñadora y cariñosamente agradecida, como si de continuo dedicase a la vida unas frases: " gracias por darme toda la alegría que tengo . Por tener todas estas ganas de jugar...".
                                Pero nada de esto decía su pequeña y dulce boquita, nada de esto pensaba su inocente cerebro .
Sí, en efecto la dulce carita risueña, emprendedora y manifestante de ninguna pena correspondía, sin más, a una niña convencida de vivir, y solitaria. Tremendamente solitaria. Nunca podía entender como a ella, con su gran pena y su soledad, nadie, ningún amigo se le acercaba para hablarle, animarla e integrarla en sus juegos.
Y en efecto, todo era así . Nadie podía pensar que esta criaturilla era desbastadamente infeliz. Ningún ser humano al ver su cara podía ver en ella todo lo que no corresponde a su dulce edad. Esto era así pero ella, y su realidad, eran bien distintas.

Saltaba por las calles con un pie sobre las aceras. Jugaba también a un - para ella - fantástico juego:
                                   Seguía a la gente con su mismo ritmo, y  poniendo sus piececitos endonde  los enormes pies de la persona mayor, los iba poniendo, con anticipación. De esta forma - ella siempre pensaba-: : " Así seré como esta señora. Se ve alegre y rica..." .
Este juego en particular le gustaba demasiado y cuando llovía siempre pillaba un enorme resfriado, pues debajo de la lluvia andaba, hasta que esa persona mayor que seguía, para ser como ella, se metía en un portal, un bar o cualquier tienda, pero de nuevo seguía a otra, a quien ella consideraba propicia en su admiración, y así sucesivamente. Luego empapada, llegaba a su casa, y su ama de llaves le secaba a regañadientes. Esta ama de llaves se puede decir de ella pocas cosas, pues con decir que era el simbolismo típico de la vieja ama de llaves que conocemos: arrugas, mal genio pero cariñosa en el fondo de su corazón. Ah!, eso también: Solterona .
A ella toda esta regañina le gustaba,  y entonces reía y reía, y se sentía feliz  porque al cabo del día ella era la única persona que decididamente volcaba toda su entrega. Esto sí; entrega algo maternal, que al menos, unas porciones de cariño y dedicación se acumulaban durante el día en el corazón de la pequeña.
                                  Tenía como todos - o casi todos - sus amiguitos un papá y una mamá, y a diferencia de todos ellos, no hablaba nunca en clase de sus experiencias, pues casi nunca estaban con ella. Ellos  siempre estaban en el extranjero. Su padre trabajaba de ejecutivo - palabra que nunca podía decir la pequeña con facilidad en su articulación y menos aún para describir su actividad - , para el gobierno.
Su madre era una importante abogada. Esto es, padre y madre eran socialmente " modelos " para otros padres, siempre era uno de ellos quien trabajaba, y no tan ocupados  como los de la pequeña que eran independientes y autosuficientes, acordándose siempre de su pequeña y dulce hijita, que enviaban juguetes, y más juguetes desde distintas partes del mundo.
                                   Como es lógico en el corazón de un niño, ella nunca les hacía caso a sus juguetes estando mamá y papá lejos y cuando llegaba un regalo de cualquiera de ellos, la pequeña, con sus ojitos dulces y risueños, y con carita feliz,  preguntaba al ama de llaves: " Nana, cuando vendrán mis papás ? ".-, a  lo que el ama de llaves respondía: " pobre niña, tus papás trabajan mucho, y para ti, mi pequeña. Para que nada te falte, y que seas feliz ". Esto no era una respuesta nueva. La niña, siempre que hacía esa pregunta  se la auto respondía en su cabeza, como un eco, de manera automática convirtiéndose en palabras enlazadas sistemáticamente, y que carecían de valor de significado y es que, en la cabeza de un niño los esquemas racionales no son bien aceptados, y  más  cuando ella establecía un esquema de "lo mejor y peor para ella ", que si los mayores decidían así, fuera por su bien.
               Cuando llegaba a este punto de la reflexión, la pequeña se desesperaba como cualquier ser adulto en un momento frágil y en que la angustia se expresa con unas gotas de sudor frío y cortante. Llegada a esta situación la niña tendía a correr por los enormes pasillos de su casa hasta que una vez cansada, esa reacción mental en cadena desaparecía .

  Acumulando su gran preocupación una noche, en la que la pequeña pudo reconciliar el dulce sueño, se despertó. Ese sueño tenía todo el sentido que se pueda aportar, excepto dulzura. De esta forma  sus ojos se entreabrieron enormes, y se encontraron de cara con la terrible oscuridad de su habitación que hasta entonces, nunca le había sugerido horror como ahora, puesto que ella  siempre había sido una niña valiente y tranquila, y nunca de pequeña le gustaba dormir con luz. Pero ahora, era bien distinto. Despertar de una enorme pesadilla y encontrarse sola no le había sucedido nunca, y no pudo más que gritar y gritar, y fue   cuando su ama de llaves se apresuró sobre ella, y  tratando de animarla tomó su particular y profesional iniciativa de consuelo; la abrazaba entre su blando y maternal pecho.
        -"Qué te ocurre, querida ?, qué pesadilla has tenido? " -, con palabras cariñosas y sin dejar de abrazarla le insistía preguntándole con dulzura, y deseosa de animarla, y que pudiera desaparecer aquel gesto que no correspondía a una dulce criaturita, sino a la cara del miedo y la desesperación, sí en el rostro de una persona adulta .        
-"Amita",-dijo la niña con voz temblorosa y sin luz de alegría en su dulce rostro  - "he tenido un sueño bastante feo. Papá y Mamá estaban muertos. Yo los tocaba, y estaban muy fríos, y muy blancos. Lloraba y tú, estabas detrás de mí, y no hacías más que repetirme que habían muerto por mi culpa, que el trabajo los había matado, y que todo lo habían hecho por mí; para que nada me faltase".
El ama de llaves comenzó a cantarle y a mecerla sobre su regazo, y  dulcemente  la transportó a su cama en donde de nuevo  la débil y dulce criatura quedó agradecida.
Esta no fue la única noche en la que el subconsciente se debatía mortalmente con la realidad, y fue tomando rutina el ir a dormir con el ama de llaves. Pero al igual que la rutina, la debilidad iba también tomando velocidad en el cuerpecito de la niña, y como cuando los arbolitos se van apagando a la llegada del Otoño  así iba su cuerpo transformándose, o  mejor aun: consumiéndose.

Ya ningún día iba a la escuela, y su vieja ama, tampoco podía animarla por su pobre campo de posibilidades y técnicas, hacia una criaturita como ella.
El ama lo tenía difícil dado que siempre, y  casi nunca, podía contactar en momentos precisos con sus padres por horarios y prioridades, y  desde que le dijeron que si no era preciso;  salud u otro evento "serio", no sería posible mantener una continua comunicación diaria. Por ello tantos regalos y atenciones desde otras partes del mundo.
Después de varios días de intentos frustrados con fines destinados a elaborar momentos del día para que la pequeña hablase un tiempo largo con sus padres, después de todos ellos, el ama de llaves se sorprendió una noche  en la que la pequeña no gritó, ni sonó como de costumbre, y por más que lo pensaba en vez de tranquilizarse, impostura en ella, se preocupó hasta el punto de tener que levantarse para corroborar esa tranquilidad, y marchó para la habitación de la pequeña.
Con paso sigiloso pudo alcanzar su dormitorio, y  abriendo la puerta, en el centro del marco rosa de una cama, estaba la feliz cabecita; sonriente, y angelical, de la dulce pequeña.
          -"Cuanto has sufrido mi amor ". Reflexionaba para sí, la vieja ama de llaves .
Visto esto, sacó el medio cuerpo que había introducido en la alcoba de la pequeña y sin hacer ruido volvió a cerrar la puerta.
Cuando esta quedó totalmente cerrada  la niña abrió sus ojitos, y dio la luz tenue de su escritorio donde cogió un lápiz y en una hoja que ella tenía ya controlada  siguió con su afán de seguir haciendo lo que estaba desarrollando, en el instante mismo en que oyó llegar  por el pasillo a su ama de llaves, y era, terminar un párrafo que quedó, momentos antes frustrado .
            La pequeña lo acabó; con precisión y decisión, sintiéndose feliz  con su labor mientras esta nota la iba enclaustrando en un sobre color verde y rosa. Este iba "Dedicado a :Mamá y papá ", a su regreso. Después, la pequeña con su carita feliz, cogió de lo alto del armario algo, y  trasteando en la semi oscuridad del rincón de la habitación, y tras escucharse un ruido medio; de algo que choca, o golpea en el suelo; sobre la alfombra, el silencio imperó.

Al día siguiente el ama de llaves se levantó feliz, pensando exclusivamente en la niña quien seguro, habría dormido como hacía tiempo no ocurría.
Muy despacio, volvió a abril la puerta como horas antes por la noche, y  quedó algo sorprendida al no verla en su cama rosa, pero antes de cerrar, de soslayo observó un pequeño bulto de sombra sobre una silla caída ; en el rincón del armario. Corrió las cortinas de golpe, y  con sus ojos totalmente abiertos, y sin poder expresar nada por su boca, su mirada pudo acariciar el reverso de todo lo bonito de la vida; la niña estaba colgada por una cuerda al cuello, en el rincón del pequeño cuarto rosa. Su cara, ya no era dulce, y bonita, no correspondía a la de una muñeca de nueve primaveras sino a la de un ser adulto y desesperado. Es más, parecía haber intentado sonreír una vez hizo el proceso, como si quien se va  agradeciera el estar haciéndolo .
 Pero esta vez sí que se pudo contactar con papá, y mamá. Esta vez iba en serio la cosa pero sólo les esperaban  la vieja ama de llaves y un sobrecito verde y rosa. La mamá lo abrió casi sin dar tiempo a soltarlo la vieja. Hablaba de ganas de verlos, de hacerles llegar, y de no darles problemas que.  por ella necesitar cosas, dejó de usarlas para que ellos no trabajasen ni marcharan tanto, y tantos días ...

La niña fue enterrada como siempre se hace a personas tan pequeñitas, de una forma u otra nunca deja de ser especial, e impactante. Sus padres fueron a vivir  a otro país, y el ama de llaves fue despedida por incompetente e irresponsable.

Todos los días, la pequeña lápida estaba cubierta de flores que la vieja ama iba dejando hasta que dejó de hacerlo, la mató la soledad.

Esta historia, iba desapareciendo en la ciudad aunque había personas que seguían comentando lo ocurrido, y  algunos decían, que este matrimonio había tenido un nuevo niño.Este, decían, era precioso, lindo niño angelical. Como si siempre estuviera agradecido, y ,decían también  que casi siempre iba solo por las calles saltando en los adoquines, y siguiendo a la gente sus pasos..."Manías de pequeños !!!." .
                                                 ****(José Manuel M.Garrido)
                                                      **Richard Stovinky
                                                        © 2012

10 comentarios:

  1. Fuerte y sorpresivo desenlace!!! Felicitaciones.

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  2. GRACIAS,DESEO TOMAR VIGOR Y SENSIBILIZARME EN ESE : VUESTRO CAMPO. EL NIÑO DEBE SER NUESTRO CENTRO DE CONCIENCIA EDUCATIVA Y FORMATIVA. SE SIENTE MUY DESUBICADO ...JODER!!!!-disculpa la Catarsis jaja- gracias y besos sandra. Un placer tenerte,

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  3. Que pasada de cuento tan alegre al principio y tan terrorífico, pero "real" al final.
    Es muy común hechar la culpa de nuestra forma de vivir a los demás, aún siendo la vida que hemos elegido y más fácil es culpar de ello a las almas sensibles como son los pequeños.
    Que tan necesitados de afecto y comprensión crecen día a día.
    No hay materialismo que pueda subsanar estas carencias.
    Te felicito Jose Manuel por esta historia tal y llena de emoción.
    V.M.B

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    1. V.M.B. Muchas gracias por tu comentario. recojo los cumplidos y derramo sonrisa y futuro para tu esencia. Namaste!!!

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  4. Muchísimas gracias y, como dices...Feliz comienza...después..."real"...No debemos de alimentar este ala de vuelo...No nos sirve. Abrazos y un gran comentario el tuyo.

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  5. Que fuerte José Manuel. Algunas personas nunca aprenden de sus errores. Un saludo.

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  6. Menudo relato... ¡Sin palabras, Stovinky!

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  7. Me has dejado totalmente emocionada... precioso.

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