Ahora!

...Llegué a la "Meta" de mis posibilidades. Conseguí el quinientos por cien . Ahora me toca descubrirme, creer y ser .(José Manuel M.Garrido *//Richard Stovinky ©**//)
*jmmg// ©

lunes, 4 de junio de 2012

**MANÍAS DE PEQUEÑOS** n+1


Foto**Toshio Enomoto//*Gracias!!

...
En mi época de docente, un año me tocó experimentar el cuidado de los alumnos en sus residencias del Colegio en el que impartía. Me acuerdo, con los años, -cuando uno ya es padre pasa esto de las humildes comparaciones de hechos cuando niños y luego padres-que había un niño Raul se llamaba, que cuando les pedía silencio y les apagaba la luz, él siempre me llamaba para preguntarme una cosa y después, la gran mayoría de veces, cuando me describía su preocupación, tenía que darle la aspirina infantil y así se le iba poco a poco el dolor-decía-. Lo cierto es que tras escucharle y darle "su pastilla" quedaba más relajado y no me daba después,nunca, problemas.
-"Don José,me gustaría tocar la Luna",-me decía. Yo sonreía, le escuchaba y contaba historias y cuentos de la Luna. Le hacía imaginar -y lo hacía muy bien dado el interés por aprender ya que mi hija Violeta estaba en la vida hacía unos meses- y por eso cada noche, cuando iba a apagarles la luz por los pasillos pensaba que historia le contaba hoy a Raul y lo mismo reflexionaba con el tema de su misteriosa pastilla (su aspirina infantil para el dolor de cabeza).
Así, cada noche una historia y así su tristeza y anhelo de deseo de tocar la Luna. Fue ya casi  como una obsesión a la que temprano decidiría -pensé-, solucionar.
Pero cierta noche me lié con correcciones y papeleo y me di cuenta que Raul no me llamó..."¡¡¡Raul no me llamó??!!!"
Eché de menos el " Don José venga", también extrañaba no prepararle su cucharadita de agua limón y azúcar(su aspirina infantil para su dolor de cabeza), pero ya casi no tenía Arsenal de cuentos de la Luna,para él.
Esa noche; muy pasada la media, me incorporé suave, desde la mesa hasta las zapatillas, llegué hasta la Sala de los niños (que eran cicuenta literas por dos camas cada litera), Raul estaba durmiendo, semi sonriendo, helado y mojadas las manos pero...Sonriente y feliz. Le tapé y repiró profundo.
-"¿ Que pudo pasar ?",- me pregunté reflexivo y todo en silencio.
Al volverme para salir de la sala me aseguré en oscuro scaneo que todo permaneciera en orden aunque...Había una ventana abierta, un cubo con agua en el suelo; casi lleno y aún, con suaves ondas y...Jajajajajaja!!! Una Luna bailando una suave danza!!!!...El reflejo de la Luna aún  estaba contorneándose pavorosa en las ondas que la brisa que entraba originaban el el agua. Así las manos mojadas de Raul...Así su sonrisa!!!.
Marché después de cerrar la ventada. Me llevé el Cubo para no dar explicaciones al Director y suavemente salí hasta mi cuarto. Cerré la puerta y sonreí pensando en el logro de Raul...
               ...Manías de pequeños!!!.
                       ****(José Manuel M.Garrido)




2 comentarios:

  1. Q tierno recuerdo debe guardar hoy Raúl de su maestro José. Los maestros tenemos en nuestras manos el poder de "marcar" a los niños para siempre, por eso la responsabilidad de afectarlos positivamente. no tengo dudas de q Raúl tocó por fin la luna de tu mano... :)

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  2. No dudes que sí. Pero el universo de ellos no lo tenemos bien situado. Podemos hacer que los sueños sean sus guías, pero los disponemos para que sean sus verdugos. Gracias por tu lectura-

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